01 Nov Protegerse correctamente con guantes en las tareas de control de plagas
La necesidad del uso de guantes cuando se mezclan o aplican insecticidas líquidos es obvia, no obstante existen otras muchas situaciones en las tareas de control de plagas en las que es necesario su uso para proteger la salud pero, desafortunadamente, muchos técnicos no lo hacen. La NPMA nos expone este tema en su revista Pest World Magazine.
La Asociación Nacional de Control de Plagas de EEUU (NPMA) destaca la importancia de utilizar guantes durante la realización de trabajos de control de plagas, para protegerse tanto de los productos biocidas utilizados, como de posibles contaminantes biológicos como parásitos y microorganismos, que pueden ser origen de enfermedades.
Vease tambien: Decreto 1843 de 1991. Uso y manejo de plaguicidas.
Las enfermedades dermatológicas ocupacionales más habituales en este tipo de actividad son la dermatitis de contacto (picor, inflamación, hinchazón, ampollas, descamación, etc), las alergias y las infecciones.
Asimismo, los contaminantes pueden también ser absorvidos, ya sea a través de la piel o de heridas, acceder al torrente sanguíneo y originar problemas internos de salud.
Utilizar guantes para manipular rodenticidas
Para manipular productos rodenticidas se requiere el uso de guantes impermeables, y otros equipos de protección, incluso en el caso de cebos envasados en paquetes o bolsas. Antes de sacarse los guantes, es necesario lavarlos por el exterior, y, después de sacarlos, lavar bien las manos.
No utilizar los guantes aumenta el riesgo de contacto de la piel con el rodenticida y la transmisión al cuerpo, donde puede causar toxicidad sistémica con impacto sobre la salud, especialmente si se manipulan este tipo de biocidas de forma habitual.
El uso de los guantes impermeables también se requiere para manipular roedores que han sido envenenados. En este caso, los guantes también protegen frente a ectoparásitos de los roedores (pulgas, garrapatas, ácaros y piojos) y frente a patógenos potencialmente presentes en los excrementos y los cadáveres. Entre estos, se incluyen los que causan el hantavirus, la coriomeningitis linfocítica o la fiebre por mordedura de rata.
Guantes para el control de moscas
Muchas de las moscas plaga comunes son portadoras de patógenos y pueden transmitirlos, por lo que existe un riesgo importante al realizar tareas de control de estos insectos. Por ejemplo, la mosca doméstica puede transmitir más de 100 organismos patógenos diferentes, principalmente patógenos relacionados con las intoxicaciones alimentarias, infecciones gástricas y diarrea.
Las moscas domésticas, los moscardones, las moscas verdes o las moscardas de la carne, todas recogen patógenos en sus patas, pelos corporales y partes de la boca, ya que se alimentan o ponen sus huevos en la basura, las heces de animales, la comida podrida, animales muertos, vegetación en descomposición y materiales similares. Las moscas pequeñas, como los fóridos y la mosca de los desagües, a menudo se reproducen en desagües y aguas residuales, la mosca de la fruta además lo hace también en frutas y verduras podridas.
No sólo la mosca puede estar contaminada, sino qu elos patógenos pueden transferirse a superficies y materiales. Por tanto, se requiere el uso de guantes impermeables siempre cuando se esté trabajando con moscas; en inspecciones, manipulando las trampas para capturarlas o realizando cualquier otra tarea de control. Al igual que en el caso de los rodenticidas, es necesario lavar los guantes por fuera antes de sacárselos y lavarse bien las manos después de hacerlo, evitando tocarse los ojos o la boca antes de lavarlas.
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